Historias de Ángeles y hadas

 

El otoño en el bosque dorado.


Hola niños!

Mi nombre es Tomy y soy un duende de la Tierra, por eso me encanta el olor que ella emana, ya sea mojada, cálida por causa de los rayos de sol, o incluso cuando los copos de nueve caen sobre ella, adoro su olor. Todo en la tierra me fascina por su belleza y perfección. Vivir en el bosque dorado me permite mantenerme cerca de la tierra, observar todo lo que sucede en ella y sentirla en cada una de las fases del año.

Una de las ventajas de vivir aquí, es que todo en el bosque es muy bonito y mantiene una armonía especial, incluso en cada una de las estaciones. A mi, la etapa en la que más me gusta ver la tierra y el bosque, es el otoño. Normalmente, es una de las estaciones que las personas menos apreciáis, ya que creéis que es la más aburrida y menos bonita. El verano nos aporta mucho calor, la primavera un gran juego de colores en las flores, el invierno nos trae la nieve y excursiones a la montaña. Todas parecen muy divertidas, pero el otoño también lo es. En el bosque decimos que es una estación mágica. Los árboles, en su mayoría se desnudan, dejando un manto de hojas multicolores cubriendo la hierba, que sirve como abrigo de muchos insectos y pequeños animales. La caida de las hojas es un momento muy importante, porque representan la renovación del bosque y también de la energía. Por eso es necesario que caigan las hojas viejas para posteriormente dar paso a las hojas nuevas.

 El tiempo refresca permitiendo que todos podamos hacer nuestros quehaceres libremente. En esta etapa, los duendes tenemos mucho trabajo, porque ayudamos a los animales del bosque a recolectar frutos para que se alimenten durante el invierno, por ello es una época de mucha abundancia. Los frutos secos son muy nutritivos, les aportan mucha energía a todos los animales que los consumen.

Llueve, llueve y llueve! Que bien! Me gusta mucho la lluvia. Vosotros, no lo entendéis pero la lluvia es excelente. La tierra se mantiene húmeda y hace que nuevas plantas nazcan. Ah! Y también las setas! Los duendes nos resguardamos bajo las setas y también danzamos en ellas; porque cuando nosotros las tocamos hacen un ruido muy curioso, como si chapoteáramos en el agua.

Uno de los momentos más divertidos lo vivimos con las ardillas, cuando nos dan de beber de la corteza de algún árbol y después nos salpican y correteamos por los árboles. Ellas son grandes amigas. Ya se me había olvidado contaros que los erizos también lo son. Además ellos son animales protagonistas del otoño. A pesar de lo que los humanos creéis, los erizos son muy cariñosos y mimosos. Les gustan las cosquillas y que le acaricien la nariz. Ellos son muy alegres, pero se ponen muy tristes cuando los intentan capturar para tener como mascotas en jaulas. Porque, aunque los tratéis bien y con cariño, ellos no consiguen ser felices sino tienen contacto con la tierra, los duendes y viven en familia. Ellos se sienten vacíos sin eso. Para no hablar del espacio, que es muy reducido para el que están acostumbrados. Sabéis que es una de las cosas que más les gusta? Corretear entre las hojas y buscar cobijo para descansar a los pies de los árboles, sin que nadie los vea.

Después de un día atareado, todos deseamos que llegue la noche para que no haya humanos en el bosque y podamos disfrutar de un momento de serenidad en familia. Por eso, al atardecer, los ratoncitos campestres y los zorros que viven en el bosque, nos recogen a todos los duendes en distintos lugares del bosque, para reunirnos con los demás miembros de la familia en el sauco de la sabiduría. Es el árbol más antiguo de todo el bosque. Ya habéis visto alguna vez un sauce? Su corteza es gris y tiene muchas ramas finas y muy flexibles, su formato parece una bonita cúpula. Es allí donde toda la familia nos reunimos. Cuando hablo de familia, no me refiero solo a los demás duendes sino también a las hadas, elfos y todos los animales del bosque; nos protegemos y cuidamos como hermanos, ya que todos compartimos el mismo hogar, el bosque.

 Los primeros en llegar al sauce, siempre estamos muy impacientes, cuando olemos la tierra para saber si los demás están cerca. Todos juntos y con amor, nos sentamos alrededor del sauce de la abundancia. Además de ser un árbol muy sabio y antiguo, tiene una energía dorada muy especial que nos mantiene a todos tranquilos. Las hadas que habitan en él, por las noches producen una melodía, que nos avisa que la noche más profunda ya ha llegado. Parece el sonido de un violín.

En el transcurso de la noche, la energía es tan intensa que el sauce parece que se ilumina. Es esa luz, la que nos invita a permanecer alrededor del sauce, acostados o sentados sobre unas pequeñas almohadas de hojas y cascaras de nueces. Siempre que estamos casi acomodados, llega el gran búho, desde lo alto del sauce, acompañado del gran elfo del árbol. Juntos, se sientan en la gran raiz puente y todas las noches de otoño, nos cuentan leyendas e historias sobre el otoño, el bosque, la energía y todas las cosas maravillosas y mágicas que suceden en este lugar.

Nosotros, aprendemos todo sobre el otoño y conseguimos disfrutar todavía más de esta estación. Somos siempre bienvenidos en el gran sauce. Los duendes mostramos siempre gratitud, por eso, plantamos pequeñas semillas por el bosque, cuidamos del gran sauce, de sus hadas y de todos nuestros hermanos como muestra de gratitud por todas sus enseñanzas. Al fin y al cabo, uno de los mayores tesoros que duendes y humanos tenemos, es el conocimiento que adquirimos y la sabiduría con la que lo aplicamos. En eso, el gran sauce de la sabiduría otoñal es un gran maestro.

 

 

 

¡El hada Sofía nos abre las puertas a la primavera!

¡Hoy he amanecido muy contenta! Me desperté con el calor de los rayos de sol sobre mi piel y también sobre la florcita en la que duermo. Sentí que los rayos de sol que recibimos, mi dulce amapola y yo, nos recargó de energía positiva, de vitalidad y de alegría. Esto me hizo levantarme con una hermosa sonrisa, sin parar de moverme, saltar y bailar!

Algunos de vosotros en estos momentos, os estaréis preguntando, como es que puedo dormir sobre una flor si ellas son tan pequeñas, frágiles y delicadas ¿no? Pues yo duermo, en una flor, cada día, desde que nací. Soy pequeñita, con muchos colores, veloz, juguetona y muy amorosa, ¿Ya sabéis qué soy? ¡Me encanta divertirme con estas adivinanzas! Me llamo Sofía y soy un hada que vive en un prado de un pueblo de la ciudad de Vinhais, en Bragança. Para los que no os gusta geografía, os diré que está situada en el interior de Portugal, muy cerquita de España.

 Me gusta mucho el lugar donde vivo, porque es un lugar muy tranquilo y en él vivimos muchas hadas, de todos los colores y tamaños diferentes. Todas somos hermanas y tenemos unos principios y valores, que nunca nos olvidamos, siempre siempre los llevamos a cabo. Actuamos con solidaridad, amor, comprensión, diversión, ayuda y respeto. Con todo esto, nosotras somos muy felices, vivimos en armonía y en familia. Para nosotras hay una época del año, que todavía es más especial que las demás, la Primavera. Todo renace, despierta y se mueve. En esta época, los prados florecen, los árboles también. Las hadas que viven en las aguas, hacen que se muevan con más velocidad y así nace mucha vegetación nueva en la orilla de los ríos, en las fuentes, lagos, etc. También es especial, porque los animales que durante todo el invierno han dormido, se despiertan y disfrutan de la cálida primavera. Nuestros amigos los pájaros con sus cantos alegran los corazones de todas las hadas y también vuestros, los seres humanos! Las mariposas también son muy especiales y convivimos mucho con ellas, pues son tan delicadas y coloridas como nosotras. Existe un amor infinito entre hadas y mariposas, por eso siempre que nos veis juntas, parece que sentís una necesidad irrefrenable de reír, observar con tranquilidad…parece que la paz y el amor invaden vuestros corazones; eso es gracias a la energía que desprendemos juntas!

Desde hace unos días, estamos muy agitadas y emocionadas, porque se acerca algo muy especial. Por eso, esta semana, todas nosotras desprendemos felicidad, pues hace unos días que ha llegado la Primavera, ¡Nuestra estación preferida del año! ¡Qué bien! Todas despertamos muy contentas cada día, porque el sol calienta nuestros corazones, las mariposas vuelan veloces con nosotras, los pájaros nos proporcionan la música necesaria para estar alegres todo el día y las luciérnagas nos dan entrada a la noche. Además, durante el día, cuando descansamos de nuestras tareas, tenemos muchos animales para jugar con ellos, pues todos están despiertos y con ganas de disfrutar de esta nueva etapa ¡Qué emoción!

En nuestro prado todo vibra con la energía de la primavera, se respira alegría y calor en cada paso que damos. Aquí tenemos un hada mayor, que se encarga de distribuir todas las tareas, para cuando llegue la primavera que todo esté preparado y bonito para recibirla. Cuando todo está preparado en el prado de los Alelís! Que es así como se llama nuestro prado, Flora, el hada mayor, nos envía a cinco hadas a la ciudad más próxima, para ayudaros a vosotros, a despertar el espíritu de la primavera en vuestros corazones! Así que empieza nuestra aventura: María, Ana, Luisa, Sonia y Sofía, somos las cinco hadas elegidas, esta primavera para preparar la ciudad y a los seres humanos para recibir esta estación!

Nos encantan las aventuras! Y sobre todo, nos gusta hacer que los humanos sientan esta magia que nos invade a las hadas, para ellos poder ser felices. El hada Mayor Flora, nos metió en una burbuja de energía dorada, energía emanada de nuestras florecillas; esta burbuja, hace que seamos más rápidas, y que podamos entregar un poquito de nuestra magia y esencia a los humanos y a sus jardines. Los jardines que existen en los centros de las ciudades, están muy desvitalizados, pues la contaminación ambiental, la poca conciencia que tenéis los humanos y las agresiones que sufren las plantas y seres vivos que en ellos habitan, logran que las hadas enfermen y que el jardín no tenga una energía pura, en la que vosotros os sintáis a gusto. Por eso, muchos de vosotros y vuestros papás, no tenéis ganas de estar en lugares de la naturaleza, porque no habéis sentido nunca esta energía tan maravillosa.

Llegamos a la ciudad y nos separamos en nuestras burbujas, cada una de nosotras acompañada por pájaros o mariposas muy hermosas.

María, viajó con muchas mariposas hasta todos los jardines de la ciudad para curar a las plantas, flores, y hadas del lugar, con la energía de la burbuja dorada. Ellas empezaron a despertar y desprender sus fragancias por toda la ciudad.

Ana, se fue hasta los lagos, fuentes y riachuelos, para curarlos, energizarlos y llenar de vitalidad a sus hadas. Para eso, su burbuja tenía energía rosa y fue acompañada de muchos pájaros, para su tarea ser más rápida.

Luisa, voló por toda la ciudad, buscando a todos los animales tristes y perdidos en las calles; y también junto con sus hadas, para llenarlos de alegría y curar sus corazones de la tristeza que les provoca que los seres humanos los abandonen, no los quieran y no se preocupen por sus sentimientos. Las haditas que los acompañan, están tristes, porque los animales también lo están. Así que Luisa con la energía de su bola amarilla, los llena de alegría y vitalidad; los guía hasta los corazones de humanos que realmente los quieran y les den valor.

Sonia y yo, tenemos una tarea muy especial, llevar la alegría y el espíritu de primavera hasta los corazones de todos los seres humanos de la ciudad, pero en especial de todos los niños. Para ello, las mariposas, mariquitas, pájaros y grillos, nos han ayudado, pero no solo ellos, sino que Flora, metió a cada uno de ellos en bolas de energía diferentes, para que así hubiese diversas energías que consiguiesen penetrar en los corazones de cada niño y sus familias.

Yo, me fui con las mariquitas y los grillos a la zona norte y este de la ciudad. Visité todas las casas, de cada uno de los niños mientras ellos dormían; con mi mano y la energía de las burbujas, tocamos sus corazones, para inundarlos de la energía y felicidad que la primavera desprende. Había tantos niños y adultos en la ciudad, que cuando empezó a amanecer, nosotros todavía continuábamos nuestro trabajo, pero con más cuidado y sigilo para no despertar a nadie. Pero algo curioso sucedió. Llegamos a la casa de una familia, la familia Bombón, ¡Qué nombre más gracioso! La mamá, ya estaba en la cocina, preparando un rico desayuno para toda la familia, así que cuidadosamente, el grillo Pinpín, se posó en su hombro y moviéndose muy despacio para que la energía de la primavera entrase en su corazón. Ella solo sintió mucho calor y necesidad de reírse. Siempre vivía tan centrada en agradar a su familia, que muchas veces se olvidaba de la importancia de sonreír y de lo bien que se sentía, ya que parecía que de este modo, conseguía ver las cosas con más claridad y mucho más simples. El papá, estaba en el jardín, cogiendo manzanas directamente del árbol, porque le gustaba desayunar todos los días zumo de frutas que recoge de su jardín. Una de las mariquitas, envuelta en energía violeta, se posó sobre su espalda, y frotó su cabeza, sobre él, haciendo que esa bola de energía de primavera entrase en su corazón. En ese momento, él empezó a cantar una canción de su infancia, que hacía muchos años que no se acordaba de ella.

Así que mientras ellos llevaban la felicidad hasta los padres de la familia Bombón, yo subí hasta las habitaciones. En una de ellas estaban dos bebés, profundamente dormidos. Las mariquitas y grillos crearon una enorme bola de energía naranja, que los envolvió en esta especial energía, y los bebés sonrieron, sintieron una felicidad enorme, pero también tranquilidad. Pues los bebés son muy sensibles, así que si sus papás están tristes o no se sienten felices ellos tampoco lo consiguen. Continuaron durmiendo, así que fui a otra de las habitaciones, donde estaba Estrella, una pequeña niña de nueve años, con una mirada muy dulce. Estaba despierta, sentada en su cama y muy triste mirando a través de la ventana. Me moví muy despacio, intentando no hacer ningún ruido, para llegar hasta su hombro o su espalda y con la energía dorada, alegrarla. Pero cuando estaba a su lado, algo sucedió:

-¡Un hada! ¡Un hada! – Dijo Estrella en voz alta, mientras se giraba, para verme - ¿Eres realmente un hada? ¿No estoy soñando? ¡Ohhhhhhhhhhh!

-¿Me ves? ¿Me puedes ver? Como es posible – pensé en voz alta.

-¿Hablas? – Dijo Estrella - ¡Oh, madre mía que sorpresa!

Me tranquilicé y dije:

-Si Estrella, soy un Hada, vengo de un prado de flores que hay muy cerca de aquí, donde vivo con mis hermanas y muchos animales.

-Vaya creí que no existían las hadas; Pero ¿Porqué puedo verte si nunca he conseguido ver hadas? ¿Solo hay hadas en vuestro prado? ¿Por qué no he escuchado a ninguna persona hablar de vosotras?

-¡Cuántas preguntas! – Dije en voz alta. Verás Estrella, nosotras somos muy frágiles y delicadas, como los bebés. Normalmente, solo vosotros, los niños, conseguís vernos, y no todos. Porque no creéis en nosotras, en la energía y en la magia. Existen muchas hadas, solo que vosotros, no las veis ni sentís porque ellas están tristes, nadie las cuida, no les dais importancia. Incluso algunos niños golpean a los árboles, tiran piedras a los animales… ¡Todos ellos son acompañados por hadas, y las dañáis sin daros cuenta!

-¿De verdad? – Peguntó Estrella – No tenía ni idea de que eso sucedía, ni que hay hadas tan cerca de nosotros.

-Así es Estrella, nosotras estamos en muchos lugares, pero ahora dime, ¿Por qué estás tan triste?

-Oh, es cierto, me siento muy triste. Ya hace días que la Primavera ha llegado, y es la estación de año que más me gusta. Normalmente, mi madre y yo trabajamos durante el invierno, para que en primavera, todo florezca. Acércate, ¿Ves? Desde esta ventana de mi habitación se ven los jardines de mi casa. Me hace muy feliz, despertarme en primavera y ver como todo está lleno de colores y flores, crecidas y otras que todavía nacerán. Ya ha llegado la primavera, pero este año, a pesar de todo nuestro trabajo, no hay ni rastro de las flores. Eso me pone triste.

-Ajam – Dije yo- Ya entiendo Estrella. Te gusta la magia y la alegría que trae la primavera, pero este año no ha llegado hasta tu casa.

- Si, eso mismo- Asintió Estrella.

Pensé durante unos instantes, y recordé las palabras que el hada flora, nos decía durante las charlas que teníamos durante el Invierno. Ella nos recordaba que una de las mayores tareas que tenemos, es abrir las puertas de la Primavera en cada rinconcito del Planeta, pero también nos recordaba la importancia que tiene que nosotras, hadas, consigamos educar, sobre todo a los niños, de lo importante que es corregir sus hábitos, para que la primavera pueda llegar a cada uno de ellos, a cada hogar, a cada ser vivo de todo el planeta, sin tanto esfuerzo por nuestra parte y con más fuerza, para permanecer durante los tres meses. Entonces, recordando estas palabras, tuve una idea fantástica:

-Estrella, ¿tú confías en mí? – pregunté.

-Claro, las hadas sois buenas. Desde que has llegado, me siento más tranquila – Contestó Estrella.

-¡Qué bien!- Respondí feliz – Entonces, te propongo algo. Yo y mis hermanas, podríamos ayudarte a que tus jardines recobren la vida, color y alegría habituales de cada año. Pero para eso, necesitamos que tú nos ayudes a nosotras.

- ¿Qué puedo hacer yo para ayudaros? – Preguntó curiosa Estrella.

-Es necesario que los niños tengáis noción que nosotras existimos, que estamos a vuestro lado para ayudaros, y sobre todo que la Primavera es una época muy bonita del año, en la que todo emana felicidad, alegría, color, vida, vitalidad…y muchos más adjetivos maravillosos. Pero para que esta energía y otras hadas como yo, se puedan mantener presentes, durante los tres meses de la primavera, es necesario, que vosotros creáis en nostras y respetéis los parajes naturales. Es en ellos donde vivimos, pero también, donde vosotros sentís llegar la primavera. ¿Podemos contar con tu ayuda, para concienciar a los demás niños de lo importante que es respetar los entornos naturales, no tirar piedras a los árboles, no clavar objetos punzantes, o tallar sus maderas aun estando en ellos, etc.?

-¿De verdad puedo ayudaros en esa tarea tan bonita?- Preguntó asombrada Estrella – Claro que os ayudo! La Primavera es tan bonita! Que ojalá pudiésemos sentirla durante los tres meses con tanta intensidad como las primeras semanas.

Sonreí, mientras la escuchaba hablar.

-Me hará muy feliz poder ayudaros. A mis amigos y compañeros de clase les gusta mucho venir a mi casa, por el jardín tan bonito y cuidado que tenemos. ¡Ah! Y en clase, la profesora nos manda hacer muchas redacciones con tema libre, así que puedo aprovechar para hablar de la primavera, de vosotras y de lo importante que es cuidar de la naturaleza.

- ¡Bien! ¡Qué bien Estrella! – Dije yo - Las mariquitas, mis hermanas y yo, nos encargaremos de mantener tu jardín bonito, con las flores hermosas y energía primaveral espléndida! Así, las hadas que habitualmente cuidan de vuestro jardín, volverán a vivir en él, a cuidarlo y mimarlo como acostumbraban hacerlo.

Continuamos hablando durante horas. Yo le conté la importancia que tienen las estaciones, como trabajamos, como vivimos y como nos sentimos. Por otro lado, Estrella me contó eso mismo de los seres humanos. Llegó la hora de irme, así que nos despedimos ambas muy felices, por haber tenido un contacto tan mágico, y al mismo tiempo, por los nuevos retos y cometidos que habían surgido durante el día.

Estrella no tardó en empezar esta tarea, con mucho entusiasmo. En el colegio, redactaba historias sobre las hadas y la primavera, que posteriormente, leía a sus compañeros en voz alta. Junto con sus amigos del vecindario, crearon un grupo que ayudaba a los jardineros, a cuidar de los jardines de la ciudad, manteniéndolos limpios y plantando cosas nuevas. Ellos pusieron en práctica diversas tareas; y nosotras todas las semanas viajábamos hasta el centro de la ciudad para observar y contemplar los frutos del trabajo de los niños. De este modo, poco a poco, en la ciudad se sentía mayor felicidad: las aguas estaban más limpias, las fuentes emanaban más agua, había muchas más flores, los árboles crecían más fuertes y sanos; poco a poco, niños y adultos ganaron una conciencia diferente.

Pasó el año y llegó nuevamente la primavera, pero está vez, ha sido una primavera muy especial, ya que todo el trabajo y cuidados que había hecho Estrella junto con los demás niños, ha tenido su fruto. Todo floreció, se veían mil y un colores; las aguas estaban más cristalinas, con muchas más formas de vida; en la calle, difícilmente se veían animales abandonados; las hadas ya no estaban enfermas, conseguían revolotear y desprender energía de alegría, felicidad y vitalidad; ya no necesitaban nuestra ayuda para revitalizarse y curarse. Los niños de la ciudad, ya sabían de la existencia de las hadas, las respetaban y todos soñaban con poder verlas y sentirlas. Que feliz me siento por el trabajo tan importante que han realizado los niños, ¡ah! Y por el crecimiento de Estrella. Ella siempre decía:

Tenemos que cuidar del entorno natural, de todos los factores que hacen que la primavera y sus hadas entren en nuestras vidas; porque ellas cuidan de nuestras emociones, de nuestra felicidad, y del bienestar de todos los seres vivos. Disfrutad de los colores y la música de la primavera!”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Navidad llega con la magia de las hadas y ángeles

Uhhhh, uhhhh! Suenan las sirenas del Palacio de Cristal de las Hadas del Frío, que se encuentra en Alaska! Un lugar donde hace mucho frío y todos van muy abrigados! Pero también es un lugar donde siempre se siente la energía del Sol. Tirirí, el hada veloz expande la noticia rápidamente a través de sus conchas mágicas.

¡Qué ajetreo en el Palacio! Es Junio, y las hadas del frío deben de apresurarse para empezar a preparar todo para la Navidad. Faltan menos de seis meses para esta época tan especial! En esta mágica labor de preparar la Navidad, las hadas cuentan con la ayuda de los renos, los búhos, osos polares...pero también de los Ángeles de la Navidad.

 EnelPalacio Natalicio de los Ángeles, Tintín el ángel campanillero, hace sonar las sirenas, para avisar a todos los ángeles, que empieza un trabajo intensivo para la Navidad, que ya se acerca.

Ángeles y hadas, se encargan de preparar la decoración del planeta para que el espíritu de la navidad sea perfecto. De este modo, niños y adultos, puedan sentir esa magia y felicidad.

Las paredes del palacio de Cristal de las hadas, están pintadas con copos de nieve, e imágenes felices de las diferentes navidades que han ido preparando a lo largo de los años; en cambio, el Palacio Natalicio de los Ángeles, está decorado con luces de muchos colores e imágenes de muchos árboles que se encuentran en la naturaleza, que ellos cuidan y miman, para que sea un símbolo de esta fecha tan especial.

Las hadas del frío y los Ángeles Natalicios, se reúnen para planificar y distribuir el trabajo de modo que todo sea perfecto. Tintín y Tirirí, se encargan de distribuir las cartas con sus trabajos a cada uno. Así que ellas, harán que el frío llegue a todo el mundo, con más o menos intensidad, llegando a nevar en algunos de ellos. Además, con su frío despertarán a animales que durante el verano aletargados, es decir, duermen. Durante el invierno tienen que despertar, llenar los bosques, los cielos de nuevos colores y energías; pues se acerca la navidad. Las hadas coordinan a los búhos blancos para distribuir la energía del frío por todo el planeta, también para llevar alimento a los pájaros y enseñarles a buscar cobijo en las épocas más frías, incluyendo la mágica Navidad. Por otro lado, los osos polares llevan noticias de los ángeles y hadas, al espíritu de la navidad, que se encarga de supervisar todas las tareas y expandir la cálida energía de esta época...y así sucesivamente.

Los ángeles ayudan en los preparativos de los árboles, tienen que estar fuertes y hermosos para recibir al frío y poder relucir más que nunca.

Pero su tarea principal, es todavía más delicada y especial. Veréis, cuando todo el mundo duerme, ellos viajan hasta cada ser humano y tocan cada uno de los corazones con su corazón, de este modo, los llenan de energía de amor, alegría, paz, solidaridad....para de este modo, vivir la Navidad en plenitud! Sintiendo una gran felicidad y amor en sus corazones.

Después de unos meses de trabajo muy intenso. realizado con mucho cariño por esta especial familia; la Navidad ya está llegando; niños y adultos están frenéticos con esta especial etapa: cantan villancicos, comen dulces de la época, están felices en sus casas con sus familias, con el calor del hogar, reciben sus regalos... pero lo más importante y fantástico, es ver como todos los corazones brillan y en los rostros se dibuja una sonrisa.Es la Navidad.

Ángeles, Hadas y demás ayudantes, contemplan felices como todo se preparó a tiempo y como todos los seres están felices. Los niños juegan en la nieve, y además, como hace frío en el exterior, aprovechan para estar calientes en su hogar y disfrutar de los juegos en familia... En los bosques los animales, plantas, hadas, duendes y demás seres de luz, están felices, pues ven como el cielo se cubre de una hermosa capa de energía de amor y felicidad que invade a todo el planeta.

Las Hadas del Frío y los Ángeles Natalicios, os dejan un mensaje muy especial:

¡Disfrutad de la energía de la Navidad, disfrutad del calor de la familia y del regalo tan grande que es estar todos juntos, con amor y felicidad! ¡Mirad como la energía de la Navidad entra en vuestros corazones! Guardadla para que todo el año sea Navidad en vuestros corazones” .

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El hada Dafne y el Reino Submarino

 

¡Hola niños!

Hoy vengo a contaros una hermosa historia.  Mi nombre es Dafne y soy un hada que habita en el agua, en el reino submarino. Cuido junto a mis hermanas del equilibrio de las funciones del agua, así como que llegue a vosotros de forma pura, saludable y con  mucho amor, para que así sea buena para todos vosotros. ¿Sabéis porque se le llama a la Tierra el Planeta azul? Se le da este nombre porque en su mayor parte está formado por el elemento agua(  ríos, lagos, mares océanos…). El agua es fundamental para el  equilibrio y función de los ecosistemas.

¡Uff cuantísimo trabajo tenemos las hadas del agua! ¡Pero es un trabajo tan bueno! Además de en el Planeta, vosotros también tenéis mucha agua formando el cuerpo! ¿A que es increíble? Pues hasta un 80% de lo que forma el cuerpo humano es agua, sobre todo cuando nacemos. 

Nosotras las hadas viajamos por debajo del agua donde ¡hay otro mundo!! Muchos reinos submarinos donde habitan diferentes especies ¡Sí! Hay plantas acuáticas, corales, estrellas de mar, caballitos de mar, tortugas, cangrejos… Todos son amigos y forman un reino muy especial. ¡Ah! También hay muchos peces muy variados de todos los colores y tamaños! Atún, merluza, bacalao, peces tropicales, pez espada, sardinas, salmones…y muchos más!! Que no sabría decirlos los nombres de todos, porque son infinitos y os pasaría días diciendo nombres!!

Veréis cuando paseamos por el fondo del mar, descubrimos como los habitantes del mar, crean y buscan sus hogares, comen y se ayudan entre ellos, juegan….y nosotros asistimos y colaboramos con ellos. Existen muchas especies marinas, y todas ellas son acompañadas por un grupo de hadas que cuidan de ellos! Las hadas del agua nos encargamos de que el medio en el que ellos viven, es decir, los lagos, ríos, mares…estén limpios, con la temperatura adecuada para que las especies puedan vivir. Jugamos con el agua y creamos las olas o las corrientes para que los peces puedan saltar y moverse con más rapidez, o incluso para llegar a tierra. Os preguntareis, llegar a tierra porque? Pues por ejemplo nuestras amigas las tortugas marinas ponen sus huevos, de los cuales nacen pequeñas tortuguitas, en la arena de las playas; O por ejemplo los cangrejos que también visitan tierra firme, algunas veces para comer.

Así que niños! Cuando vayáis a la playa o al rio, sumergiros bajo el agua, contemplareis un nuevo mundo! Así conoceréis a las hadas que vivimos y cuidamos de él! Todas vivimos aventuras muy divertidas bajo el agua.

 

 

 

Los ángeles de la música entran en nuestros corazones

Hola amigos! 

Mi nombre es Daniel, tengo 11 años y vivo en Sorrisolandia ! Un país muy  hermoso donde a todos nos  gusta mucho la música, la diversión y sonreír por todo!!

¿Sonreír por todo? Pensareis que estamos locos! Jeje  Sonreír es muy saludable y divertido! Y  si os paráis a pensar unos minutos, veréis que existen innumerables motivos para tener siempre una sonrisa preparada como por ejemplo: que despertamos cada mañana, que tenemos a nuestros seres queridos cerca, que tenemos alimentos, ropa, música, amigos, árboles, rocas…y un sinfín de cosas maravillosas que nos rodean! Os invito a que hagáis una lista de esas cosas  fabulosas que nos rodean y la colguéis en  vuestra habitación para que nunca se os olvide todos los motivos que tenéis para ser felices.

En nuestro país durante todo el día suena música! Si sí como lo oís! Música durante todo el día! ¿Sabéis porque? Como siempre estamos muy felices, tenemos fe e ilusión por vivir y aprender, tenemos muchos ángeles y hadas que nos acompañan.   Pero yo tengo un cariño muy especial por los ángeles de la música. Son muy especiales, ellos hacen que  en la naturaleza exista música… ¡oh si! El canto de los pájaros en sintonía, los grillitos, el agua, los árboles…Todos forman una gran orquesta que crean una música natural muy bella, dirigida por pequeñas hadas y ángeles  de la música!

Guían a todos los músicos y cantantes del planeta! Así hacen que con su música nos llenen el corazón, nos entren ganas de bailar y no parar de cantar! Y lo mejor es que cuando nosotros estamos así de felices y bailamos sin parar, los ángeles   bailan con nosotros! Se sienten muy felices!  Y cuando veis a alguna persona tocar un instrumento o escuchar una melodía armoniosa, siempre hay detrás de ellos o a su lado un ángel de la música muy  feliz acompañándole. Es tan emocionante!

Los ángeles de la  música también acompañan a las hadas del agua, delfines y ballenas, a sincronizar sus fantásticos cantos, con los que mantienen el mar con una energía fabulosa y además se utilizan para curar y sanar!

Mientras dormimos hacemos viajes muy especiales a las nubes, donde nos encontramos con los ángeles! Cuando viajo de noche yo me encuentro en especial con los ángeles de la música. Ellos  tocan instrumentos mágicos que hacen que  mientras yo duermo en mi cama, pueda viajar con ellos, sonreír, volar por las nubes y aprender cosas increíbles, y escuchar música muy especial.

 Los ángeles nos miman y nos cuidan siempre, despiertos o dormidos, nos llenan el corazón con su amor y su música celestial.  Nos acompañan, alegran y hacen muy felices! 

Por eso tenemos que tener el máximo respeto y amor por ellos! Porque siempre hay música en nuestra vida y en  nuestro corazón, y los ángeles son los que hacen posible todo eso!

Así que... ¡Enviad un gran abrazo amoroso a los ángeles de la música!