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Historias de Animales

 

 

La mariposa Bia

 

Existe un lugar en la ladera de una montaña en Asturias, España,  donde se  encuentra un valle, con una belleza inigualable, el “Valle de las Mariposas doradas”.  ¿Ya habéis oído hablar de él? ¿No? Entonces os voy a contar más, para que viajéis en esta bonita historia. 

En este lugar, se siente una brisa cálida, parece que acaricia nuestro rostro, ¡Ah! Lo sentimos así por las hadas que viven en este paraje y se mueven de un lugar a otro para llenar de energía y amor el Valle. El cielo, cuando lo vemos desde aquí,  parece multicolor…rosa, amarillo, violeta; todos sus colores en armonía. Hay muchas plantas, flores, árboles, piedras…todo lo que os imaginéis de la naturaleza, lo encontraréis en este valle.

Yo soy Pedro, uno de los duendes que guarda y cuida el equilibrio de este valle. Una de las características que más sorprende de aquí, es el silencio. No se escuchan ruidos o ajetreos, solo el silencio y el movimiento de las plantas, flores,  la brisa y demás. Todo este silencio, nos ayuda a estar bien y a vivir en equilibrio. ¡Fijaros! Hay tanto silencio, que incluso conseguimos escuchar el movimiento de las alas de las mariposas y el latido de nuestros corazones. 

Tum! Tum! Jejeje ¡que gracioso y bonito! 

Pero las protagonistas de nuestro Valle, son las mariposas, por eso en nombre de este lugar, hace referencia a ellas. Todas son muy especiales, con características peculiares. Todas tienen colores diferentes con una cualidad especial, ¡su brillo! Parece que no se distinguen los trazos de las alas de tanto brillo y energía que  desprenden. Ellas tienen algo en común, el amor por todo lo que las rodea, amor y respeto entre ellas y por el lugar sagrado donde viven, que lo consideran sagrado por lo bonito y tranquilo que es. El cambio y la metamorfosis son cualidades que ellas tienen, porque desde que nacen hasta que son adultas, cambian de forma constantemente. ¡Como vosotros niños! Primero estáis en la barriga de vuestra madre, después sois bebés, niños, adolescentes, adultos y viejecitos. ¿Entendéis? Vuestro cuerpo también cambia, como las mariposas. Ellas se consideran todas hermanas y se saludan con sonrisas.

Después de saber cómo es el Valle y quienes vivimos aquí, me imagino que tenéis curiosidad en saber que tareas mágicas tenemos. Yo no soy el único duende del Valle. Viven muchos más duendes, somos todos una gran familia, que cuidamos del valle y de todos los que viven aquí, para que nadie nos dañe. Vigilamos que vosotros humanos, solo podáis visitar este lugar, desde vuestros sueños, ya que todavía no tenéis el respeto, cuidado y amor suficiente por los lugares de la naturaleza y la magia que hay en ella. Muchas veces gritáis, ensuciáis, tiráis piedras a los árboles, cazáis animales, etc., eso daña la armonía y a cada uno de los seres; por eso solo venís en sueños.

Sabéis como? porque viajáis desde el corazón, así solo hacéis cosas buenas y  nos conocéis mucho mejor. Siempre sois bienvenidos. 

Nosotros renovamos la energía del Valle y os acompañamos en vuestros sueños.

Ahora, os voy a contar más de nuestras hermanas y amigas las mariposas. Todas son bonitas y muy elegantes. En el valle tenemos una reina, la reina de todas las mariposas. Su función es regir y guiar a todas las mariposas en sus tareas, con su amor y energía. Ella se llama Bia, tiene muchos colores y cada vez que se mueve, deja caer polvo mágico sobre todas las flores y todos los habitantes del valle.

Cuando cae sobre nosotros, sentimos como unas cosquillas muy agradables!!

La reina del Valle tiene cualidades que nosotros y vosotros, humanos, debemos desarrollar y tener en cuenta: amabilidad, honestidad, humildad, respeto y amor por todo  y por todos, así conseguiriremos ser más justos. Ella guía a los nueve grupos de mariposas que viven en el Valle, con su energía dorada y su amor. Os voy a presentar a nuestras mariposas!

Las mariposas blancas son muy rápidas y se encargan  de distribuir paz y armonía por todo el valle y por todos los que vivimos en él. Ellas también son muy silenciosas, casi no se las escucha cuando se mueven.

Las mariposas rosas son muy dulces y vuelan siempre en pareja para expandir el amor; porque cuando hay amor, todo va bien. 

Las mariposas rojas, son muy pequeñitas y vuelan cerca de la tierra porque con su energía, todo crece en equilibrio.

Las verdes, tienen unas alas muy grandes, se encargan de sanar a todos y todos. Cuando alguien enferma, una de las mariposas se posa sobre él, mueve sus alas y poco a poco, la herida se cura. 

Las naranjas cuidan de las frutas y de las abejas, para que puedan desempeñar bien su trabajo y haya frutas deliciosas. 

Las mariposas azules son las alegres mensajeras del valle, llevan la información de un lugar a otro, rápido, rápido! Son como carteros; así siempre estamos bien comunicados. A mí me traen muchos mensajes de las hadas y de otros duendes.

Las mariposas amarillas guardan toda la sabiduría y conocimiento en los girasoles del valle, para que estén siempre protegidos; y ellas mismas cuidan a los girasoles siempre estén saludables. 

Color azul marino, son las mariposas encargadas de cuidar del agua de los lagos y fuentes, dirigen la lluvia para los locales que más lo necesitan.

Las mariposas violetas consiguen volar muy muy alto y así juegan con las hadas que están en las copas de los árboles y juntas, limpian nuestros corazones y mentes de todas las energías negativas y tristezas que invaden el corazón y nos hacen sentir mal.

Las mariposas de todos los grupos y la Reina Bia se juntan cada mañana y atardecer, para realizar los vuelos más especiales y sin duda también los más coloreados; parecen una lluvia de mariposas sobrevolando todo el Valle y a todos los que habitamos en él, para ayudarnos a estar equilibrados, en armonía y felices. Cuando ellas vuelan juntas, parecen pequeños fragmentos de luz del arco iris. ¡Ah! Y si lo consiguen dejan caer polvo mágico de sus colores, que parecen una bonita lluvia multicolor. La reina Bia ayuda en esta tarea. Cuando ya  finalizan sus quehaceres en el valle, y la noche empieza a aparecer,  la Reina Bia las guía hasta las ciudades y aldeas. Mientras los niños y adultos dormís, las mariposas se distribuyen y se cuelan en vuestras casas. Claro pero no todas! Sino, sería un ajetreo y vosotros sabríais  que están presentes. Pero cada noche, se acercan a vosotros pequeñas mariposas y se posan en vuestros brazos, espalda o cabeza, pero no de un color cualquiera sino de aquellos que más lo necesitéis, os ayudan a sentiros mejor, a curaros, trabajar cualidades específicas y muchas más cosas, sin que vosotros os deis cuenta. Cuando estáis enfermos, resfriados o sentís dolores, serán las mariposas verdes las que os ayuden a curaros. Cuando tenéis miedos y estáis intranquilos, lo harán las mariposas blancas; y así sucesivamente.

Las mariposas son unas magníficas amigas y compañeras de viaje, que siempre están a vuestro lado cuando menos os lo esperáis. 

Siempre que necesitéis ayuda, llamadlas, ellas os visitarán!! Y si realmente creéis en ellas de corazón, algo muy especial sucederá: la Reina Bia os visitará mientras dormís…

¡Corred! Es hora de dormir, soñar y viajar con la Reina Bia!

 

Luana, la mamá tigre, nos enseña a vivir

 

Me gusta levantarme temprano, escuchar el silencio, sentir la serenidad que hay en la selva y contemplar el amanecer. El sol empieza a nacer tras las montañas, haciendo que  ellas parezcan rojizas y el cielo  multicolor, gracias a todos los destellos que la luz del sol crea.

El agua parece mágica, porque algunos destellos del sol, le dan vida.  Es un regalo poder apreciar esto cada mañana, por eso, amanezco temprano, para poder contemplar este momento tan bonito, mientras casi todos duermen en la  selva.

Yo soy Luana! Una joven tigresa y vengo para contaros una historia. No solamente mi historia, sino también la de toda mi especie, los tigres. Vosotros, creéis que somos una especie agresiva y que  podemos dañaros pero no es así. Veréis, yo soy mamá de tres preciosos cachorros: Bengala, Trueno y Safari, ellos han nacido hace unas semanas; son juguetones, dormilones y muy divertidos; como los bebés de vuestra especie. Así que al igual que vuestras mamás cuidan de vosotros, os aman, os miman y os protegen de los peligros; nosotros también lo hacemos. Cooperamos unos con otros, porque si todos estamos bien, conseguimos ser felices y ayudar a aquellos que lo necesitan.

Muchas veces vuestros papás os cuentan que somos agresivos, que atacamos a los humanos y que hay que tenernos miedo… OH! Que tristes nos sentimos los tigres. Nosotros no atacamos a los humanos, cazamos  a otros animales, solamente para comer, ya que en la selva no tenemos supermercados a los que acudir los animales, para comprar lo que necesitamos nosotros y nuestros cachorros. Cuando algún humano es atacado por un tigre, es porque han invadido nuestro hábitat o atacado a alguno de nuestros miembros o incluso cachorro, pero esto, los humanos no lo hacéis para alimentaros, sino por  diversión. Entonces nosotros, nos defendemos; sino, nos gusta vivir en paz, disfrutando de las maravillas de la selva.

Cuando yo tenía un mes de vida, mi madre, la tigresa Samira, siempre me decía, que tenía que aprender a vivir con sabiduría, para en el futuro enseñar a mis cachorros, a amarse, vivir  en libertad y de forma sabia. Como veis, también nuestros papás tigres, nos enseñan valores para que cuando seamos adultos, consigamos  respetar todo nuestro entorno, aprender y vivir en paz. Así que, teniendo en cuenta las palabras de mamá Samira, intento enseñar a mis hijos día a día.

Todas las mañanas les cuento historias sobre vosotros, los humanos; y también sobre otras especies, para que sepan que todos pertenecemos al mismo mundo y que tenemos que respetarnos. Hablamos de las diferencias físicas entre unos y otros, para que mis pequeños cachorros puedan conocer a cada uno de los habitantes más habituales de la selva y aquellos que vienen de visita; de este modo nadie se lastima, porque son familiares. A Trueno le encantaban estas historias. ¡Ah! Ya que hablamos de Trueno, os voy a explicar el porqué de los nombres de mis tres pequeños, que son fundamentales en esta historia.

Veréis, ellos nacieron una noche de verano, muy calurosa y luminosa. Yo estaba muy cansada, porque durante el día, los humanos de la reserva natural, que está muy cerca de donde estamos, habían organizado una visita guiada a una zona de la selva, nosotros la llamamos “Zona Safari”. Como me faltaban horas para dar a luz a mis cachorros, no quería que me viesen, ya que necesitaba estar tranquila. Así que caminé durante algún tiempo, para alejarme de las zonas más visitadas. Las estrellas parecían bengalas iluminando el cielo, empezó a llover y a tronar con fuerza, cuando me puse de parto y en medio de la noche, alejada de todo, nacieron mis tres pequeños. La noche había sido muy especial, así que creí que sería una buena idea que sus nombres hiciesen referencia a está noche tan peculiar. Así surgieron Bengala, como las estrellas de aquella noche; Safari, por la visita de los humanos y Trueno, ya que aquella noche eran muy frecuentes. Así nacieron mis tres pequeños cachorros tan especiales e importantes para la comunidad de los tigres.

Ellos han aprendido mucho, escuchan con atención todo lo que digo, pues saben que los adultos son más sabios porque han tenido más experiencias, más vida en la selva. Siempre les dejo tiempo para que ellos junto con otros cachorros, jueguen y experimenten, aprendan a utilizar sus garras y a descubrir las numerosas cosas para las que su rabo es útil, etc. Así que mientras ellos se divierten, yo me dedico a cazar, para que tengan alimento que les permita crecer sanos y saludables.

Un día, me fui a cazar mientras ellos jugaban. Tardé algunas horas, ya que el calor era excesivo y me sentía más cansada. Cuando llegué, mis pequeños tigres continuaban jugando muy alegres y entretenidos, pero... Donde está Bengala? No la veía por ningún lado. Me acerqué a todos los cachorros, muy angustiada y atareada, preguntando por la pequeña, pero nadie sabía donde estaba, ni sus hermanos. Todos nos asustamos y decidimos pedir ayuda para salir a buscar a Bengala. Mientras nosotros estabamos buscándola sin parar ni un minuto, Bengala estaba en la reserva de los humanos. Escuchó ruidos diferentes, música, algo que nunca había escuchado y que había llenando su corazón de curiosidad, así que decidió seguir su intuición y esos ruidos, a pesar de yo haberle dicho que nunca se debía separar de sus hermanos.

Sin darse cuenta llegó a la reserva, y se coló en está, llegando hasta la puerta de una terraza de una habitación. Era la habitación de un jovencito humano de 14 años, que estaba tocando el violín. Bengala se quedó en la puerta escuchando y observando atentamente, hasta que Miguel, se dio cuenta de su presencia. Él no se asusto, solo preguntó en voz alta:

-Que haces aquí?

Miguel y Bengala conectaron tan bien, que ella consiguió transmitirle su respuesta telepáticamente:

-Me llamó Bengala y soy un tigre. Me perdí del lado de mis hermanos buscando el origen de un sonido muy bonito y llegué hasta aquí. Es muy bonito el sonido que sale de esa madera.

- Puedo escucharte!- dijo Miguel- Esa madera se llama violín y yo he estudiado para conseguir que suene bonito y a las personas les guste.

-Personas? Dijo Bengala- Yo soy un tigre y me gusta.

Ellos pasaron horas sentados en la terraza de la habitación de Miguel, jugueteando y leyéndose los pensamientos, ambos se contaron sus formas de vivir y de ver la vida. Su forma de pasar los días, la relación con sus familias, etc.

-Sabes Bengala? Después de nuestra conversación, no dejo de pensar en algo - dijo Miguel.

-Ah si? En que Miguel? - Dijo Bengala.

-Los seres humanos no os conocemos realmente. Mis padres siempre dicen que soys muy peligrosos, que nunca debemos salir solos de la reserva y que siempre tenemos qui llevar algo con que defendernos. Pero no sois así, ahora me doy cuenta que no sois así y que el concepto que los humanos tenemos de vosotros es equivocado. La verdad es que, creo que tenemos mucho que aprender de los tigres - Dijo Miguel.

-Tu crees? - preguntó Bengala.

-Claro – respondió Miguel. La mayoría de las personas tienen dificultad en cuidar unos de los otros, y todavía más de ser respetuosos. La solidaridad y el compañerismo también es dificil, ya que desconfiamos de todo. No lo ves? Hasta de vosotros desconfiamos.

-Mi madre me ha enseñado – continuó Bengala- que es muy importante aprender a vivir para ser independientes y felices. Sin desconfianzas que nos hagan daño en el corazón y nos impidan conocer las maravillas que nos reserva la selva u otros animales.

-Eso es Bengala – interrumpió Miguel – por eso hoy me siento muy feliz. Porque hoy, tu has llegado hasta mi, por causa de mi violín y siento que en tí he encontrado una amiga fiel y sincera.

De pronto se escucharon ruidos cerca del vallado de la reserva, y Bengala dijo:

-Que bien Miguel! Mi madre y mis hermanos me han encontrado están muy cerca, debo irme, estarán preocupados. Pero te propongo algo.

-Si? - Dijo Miguel.

-Que te parece si nos encontramos aquí todos los días? Así tu me hablas más de vosotros y yo más de mi familia y de los tigres. Me encantaría poder saber más sobre tus experiencias y contarte más de las nuestras, así todos aprendemos. Le contaré a mi familia todo lo que hemos vivido tu y yo esta tarde; les diré que hay humanos que son muy simpáticos y buenos como tu.

-Si! Me gustá esa idea! - Dijo Miguel - Yo contaré a mis hermanos todo lo que ha pasado esta tarde! Nunca imagine poder conocer un tigre tan de cerca, ni escuchar sus pensamientos! Y tu has conseguido que el dia de hoy haya sido realmente especial! Me siento feliz por haber encontrado un amigo tan increíble como tu!

-Ahora somos amigos de corazón, porque podemos escucharnos . Esto me lo ha enseñado mi mamá Luana! - Dijo Bengala enorgulleciendose de su madre.

-Que sabias palabras! - Dijo Miguel.

Así que mi pequeña Bengala y el joven Miguel se despidieron, y ella nos contó todo lo que había sucedido. Claro que me sentí muy feliz y orgullosa de que mi pequeña, hubiese comprendido toda nuestra historia, nuestros valores y encontrase un amigo humano, con tan buen corazón. Por eso yo estuve de acuerdo con sus encuentros. Día tras día pasaban tiempo juntos y su amistad se hacía más solida y pura, conocían mucho más el uno del otro y de su modo de ver la vida, de sentir. Crecían y jugaban juntos, a veces, cuando les observabamos, parecían uno solo cuando se movían, pues su complicidad era muy grande.

En la reserva se juntaban todos los humanos por las noches y escuchaban las historias que Miguel les contaba, así, poco a poco la actitud de los humanos con nosotros, cambió. Confiaron más y dejaron de atacarnos. Al igual sucedía en la selva, ya que Bengala, nos contaba todo lo que Miguel le transmitía a cerca de sus costumbres, actitudes y de la vida vista desde los ojos del humano. Con las enseñanzas y valores que Bengala había aprendido durante su corta vida, ayudó a que los humanos aprendiesen a vivir.

Miguel siempre repetía en el poblado:

-Luana, la mamá tigre nos está enseñando a vivir a través de su sabiduría y de sus cachorros, tenemos que ser más humanos y vivir desde el corazón.

 

 

La mariquita Rita

¡Hola amigos!

Me llamo Rita, soy una mariquita muy peculiar, ya que todos vosotros, conocéis mariquitas rojas con manchitas negras; Yo no tengo manchitas negras, las mías son doradas. La verdad es que siempre creí que no soy normal, porque ninguna otra mariquita en el campo donde yo vivo,  tiene las manchas de color dorado; ellas son todas iguales. Muchas de las mariquitas se reían de mí por ser diferente; eso me hacía sentirme mal, inferior a ellas. Intentaba no sentirme así pero no lo conseguía, me ponía muy triste.

Una noche de verano, me alejé para pensar. Volando, llegué hasta un árbol muy grande, que todos llamaban, El Gran Árbol de la Sabiduría. 

Me senté allí con intención de pensar en el porqué ellas se burlaban de mi, en el porqué yo me sentía tan triste cuando ellas lo hacían. Pero, de pronto, algo interrumpió mis pensamientos:

-Pequeña Rita, ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás aquí tan sola? – dijo la Abuela Luciérnaga.

-Abuela, no te había visto - dije Yo asustada.

-¿Qué haces aquí Rita? – Repitió la abuela.

-Estaba pensando en él porqué soy así de diferente. ¿Lo ves abuela Luciérnaga? Mis manchas son doradas, nadie en el campo, las tiene iguales, todos se burlan de mí – Dije con voz triste.

La Abuela Luciérnaga sonrió dulcemente mientras me observaba y me dijo.

-Rita, no eres diferente; las demás no tienen porqué burlarse de ti, sino admirarte.

-¿Admirarme? – Dije yo confusa y sorprendida- ¿Porqué me tendrían que admirar si soy yo la que es diferente y extraña? Tendría que ser al contrario Abuela Luciérnaga.

Ella se rió y me respondió.

-Estas equivocada, mi pequeña Rita. ¿Sabes por qué tus manchas son doradas?

-No lo sé – Respondí yo enfadada y curiosa – Pero me gustaría descubrirlo para poder sentirme mejor.

- Acomódate Rita, porque yo te voy a contar tu historia de vida, el motivo por el que eres tan especial, aunque tú creas que es diferente. – Dijo la Abuela Luciérnaga.

La vi con cara de ilusión y sorpresa  a la vez; pensé que por fin alguien me ayudaría y yo podría sentirme mejor. Así empezó la Abuela Luciérnaga a contarme mi historia:

Verás Rita, casi todos los insectos de tu campo, y de los campos vecinos, nacéis en alguna de las inmensas y numerosas ramas que tiene este árbol. Naciste en una noche de primavera, muy cálida y especial, ya que en esa misma noche el Gran Árbol de la Sabiduría, nos había comunicado a los seres más viejos que en él habitamos, que iba a nacer un ser muy especial, bajo la luz de una estrella fugaz. Así que, tras escuchar sus sabias palabras, nos mantuvimos atentos. Porque contábamos que en aquella noche, nacieséis muchas mariquitas, grillos, luciérnagas, insectos palo, etc.; así que sería difícil para nosotros, saber donde nacería el pequeño especial. Las horas pasaron y poco a poco, todos empezaron a nacer. ¡Oh! ¡Qué gran alegría sentimos aquella noche! Las familias de cada uno de los campos aumentarían y así también la gran familia que formamos todos los seres que componemos en Gran Árbol. Pero de repente, vimos como en el cielo apareció una estrella fugaz, que parecía estar muy próxima de la tierra. Parecía que si volásemos por unos minutos, conseguiríamos tocarla y sentir su energía. La estrella fugaz se cruzó con la luna, y en ese instante, nació una mariquita; Tu Rita. Aparentemente, después de nacer, no parecías diferente, pero, cuando tu pigmentación  acabo de matizarse, aparecieron esas preciosas manchitas en forma de bolitas doradas, sobre tus alas. Las primeras semanas después de tu nacimiento, yo te observaba durante las noches, mientras dormías; era un momento muy curioso y divertido, porque parecía que esas bolitas brillaban y emitían destellos; esto también sucedía siempre que tú sonreías con gran felicidad.

Una mañana temprano, pregunté al Gran Árbol de la Sabiduría, cuál era el motivo y la función de tus manchas, y el porqué tu eres tan especial. Él me dijo, que cuando crecieses, serías una de las encargadas de guiar a las mariquitas y demás insectos, en los preparativos y llegada de la primavera.

-¿Yo? ¿Encargada de guiar a los demás? – Interrumpí con asombro a la Abuela Luciérnaga

- Si querida Rita – Respondió y continuó la Abuela. Él dijo que la primavera es una época llena de magia, con energías y colores muy variados, en esta época todo surge con perfección y por eso alguien tendría que  guiar a todos los insectos, para que cada uno llevase a cabo su función. El Gran Árbol dijo, que el insecto que naciese, tendría colores especiales, pues con ellos emanaría la luz  y energía para guiar a los insectos durante los preparativos; además  todas las hadas de las flores y árboles, sabrían cuando los insectos llegarían, pues la luz dorada, se vería a mucha distancia, así todos estarían esperando la primavera.

-Que tarea más importante – Pensé, mientras imaginaba todo el proceso.

Rita – dijo la abuela Luciérnaga- debes aprender que no por ser diferente físicamente dejas de ser especial. Todo lo contrario, esas diferencias de las que te quejas y te sientes mal con ellas, son las que te hacen muy especial e importante, pues es con ellas que, en la próxima primavera guiarás a todos los insectos en la preparación de la estación; tu anunciarás la llegada de las hadas de la primavera a todas las hadas florales y de los árboles, que hay en los campos, montañas y ciudades. Ellas serán como un farol, que muestran el inicio que una nueva época del año.  Así que cuando los demás insectos se burlen de ti, tienes que sonreír e ignorar aquello que ellos dicen, pues lo hacen desde el desconocimiento. Sonríe, porque eres especial, porque el Gran Árbol de la Sabiduría, te ha escogido para  dar entrada a las hadas de la primavera y para guiar a todas aquellas que se creen normales.

Escuché con atención a la Abuela Luciérnaga, y cuanto más hablaba, más feliz me sentía por aquello que decía. Después de mucho tiempo, conseguí sentirme  muy afortunada por las manchas doradas de mis alas. 

Agradecí a la Abuela Luciérnaga, y me volví al campo, muy contenta por todo lo que había descubierto esa noche. 

A la mañana siguiente, volví a mis quehaceres normales, y las mariquitas restantes, volvieron a burlarse de mí. Pero esta vez, no me importó, sonreí, porque en mi corazón, sabía que yo eran esas manchitas las que me hacían tan especial. Ellas se sorprendieron, por mis sonrisas y poco a poco, como sus bromas dejaron de afectarme, dejaron de burlarse de mí.

Pasaron los meses, la primavera estaba casi llegando, cuando la Abuela Luciérnaga, anunció entre las mariquitas y demás insectos cual sería mi papel, así como la importancia de este. ¡Oh! Todos se sorprendieron, y me observaron con asombro. Comprendieron que todos somos diferentes, todos somos especiales, que tenemos que respetarnos unos a los otros, sin importar las diferencias.

Faltaban días para llegar la primavera, todos trabajamos duramente para que nada fallase, para que todo estuviese preparado. Llegó la hora de salir hacia otros campos, ese fue uno de los momentos más especiales de mi vida, pues me vi brillar como nunca, me sentí útil y muy feliz, por tener una labor como es la de guiar a los insectos  para dar inicio a la Primavera.

Niños, no os olvidéis, que todos vosotros, a pesar de pertenecer a la misma especie, sois físicamente diferentes, os gustan cosas diferentes y sentís de manera diferente. Pues cada uno tenéis cualidades que os hacen únicos y el papel que desempeñaréis en vuestra vida también lo es.

 

 

Viajando con la marmota Sara, en las burbujas mágicas!

Me llamo Sarita y soy una pequeña marmota. Vivo en un lugar mágico: el bosque de las mil maravillas. Este bosque, se llama así porque, además de ser muy bonito tiene cosas muy especiales. En el centro del bosque, hay un lago muy grande, su agua es de color rosa y dorada. En él, viven muchos animales, muy variados, algunos también mágicos claro!

Hadas con muchos colores también viven sobre el lago y sobrevuelan todo el bosque, para cuidar de él y de todos los que vivimos aquí. Ah! Tenemos inmensos árboles, grandes y pequeños, con hojas de diferentes formas y colores: rojas,  amarillas, verdes de diferentes tonos, castañas, azules, etc. En las hojas  siempre hay muchos insectos jugando y trabajando, para mantenerlas saludables y en equilibrio; porque los árboles son nuestros hermanos y el hogar de muchos de los animales que vivimos en el bosque.

Para que ellos esten bien, tenemos que cuidarlos. Vivimos muchas especies de animales y a pesar de ser muchos y muy diferentes, todos tenemos un lema especial: Cuidamos todos unos de otros, de la naturaleza y sus hadas! Claro! Porque ella y las hadas nos proporcionan  todos los medios y condiciones para poder vivir felices, que tengamos alimentos, un hogar, agua para todo lo que necesitamos y muchas más cosas. Es tan bueno vivir aquí! A mi me encanta!

El lago tiene una peculiaridad! Sobre él, hay una gran burbuja dorada que crean las hadas  junto con los duendes sanadores del bosque. Así que a los animales, mientras nos duchamos o jugamos en el lago, nos encanta meternos dentro de la gran burbuja.

Cuando estamos en su interior, flotamos y flotamos hasta llegar a la cima...ahí, de esa burbuja enorme, nacen pequeñas doradas y rosas, con nosotros dentro, para así flotar y sobrevolar el bosque. Pero, no penséis que son peligrosas, porque son todo lo contrario! En su interior son muy fuertes y cómodas. Ellas nunca se rompen! Son blanditas! Oh! Desde ellas podemos ver paisajes muy bonitos: nuestro bosque, el  prado de las rosas mágicas, el mar...   También podemos escuchar muchos sonidos de la naturaleza que  cuando jugamos o correteamos no conseguimos escuchar: el sonido de las mariposas reboloteando, los cantos más suaves de los pájaros llamandose entre ellos, el viento mociendo las hojas de los árboles, la risa de las hadas; tantas cosas que conseguimos escuhar...y lo más curioso es que todas nos hacen sentir tranquilos, relajados y serenos!

Ah! Desde la burbuja conseguimos apreciar fragancias diferentes, como la hierba fresca, la lluvia, las flores, el aroma de la tierra. La verdad que sin ser en estas burbujas, no nos damos cuenta de estas maravillas, porque con todo el ajetreo no nos da tiempo. Esto es solo un resumen pequeñito de todo lo que podemos sentir a través de ella. Ver a través de la burbuja, es como hacerlo a  través de una ventana arco iris. 

Cuando los animales que se quedan haciendo sus labores en la tierra, o  jugando en el lago, miran hacia el cielo, ven muchas burbujas, curiosamente, las ven de color arco iris, pero cuando salend e la gran burbuja son doradas y rosas!

Qué magia tan bonita! Ellas se ven tan intensas que no paran de emitir destellos que parecen rayos de sol multicolores sobrevolando el bosque!

Si! Puede que muchos de vosotros os esteis preguntando que es lo que hacemos en las burbujas, además de sentir todo lo mencionado. Porque nos gusta tanto flotar en las burbujas mágicas? A donde vamos? Ais Ais, seguro que tenéis muchas preguntas!  Es tan mágico niños, que no se por donde empezar a contaros esta aventura. Veréis, estar y volar en una burbuja del lago, nos hace sentir protegidos, seguros, tranquilos, serenos y felices! Todo esto es porque las burbujas están formadas por energía de las hadas, las estrellas y el lago mágico; Asi que nos hace sentir especiales. Tan especiales como la tarea que realizamos desde las burbujas.

Todos los animales que volamos en las burbujas al mismo tiempo, juntamos todas nuestras burbujas haciendo un enorme círculo sobre el lago. Las hadas y su energía, logran que todas las burbujas se mantengan juntas, con mucha energía. Desde lo alto del cielo, en las burbujas, los diversos animales meditamos al mismo tiempo. Concentramos toda nuestra energía y atención para que las burbujas, giren lentamente y toda su energía mágica y especial entre en nuestro cuerpo y lo llene de energía de cura verde, para mantenernos siempre saludables y no enfermar. Cuando algún animal, árbol, hada, piedra o duende del bosque enferman,  están heridos o tristes, entonces meditamos para todos juntos enviar energía de cura que nace de nuestros corazones, hasta los suyos!. Así ellos se ponen contentos, felices y sanan sus  corazones y nosotros nos sentimos muy bien ayudándonos entre nosotros; es en eso que consiste ser una gran familia y tener un enorme hogar. Cuando acabamos nuestra sesión de meditación, las hadas vuelven al lago, a cuidar de todo; y nosotros dirigimos con nuestros pensamientos las buebujas hasta el sol, la luna, las estrellas, las nubes....hacia todos los lugares; cada uno de nosotros se recarga de energía visitándolos y hablando con sus ángeles...es el momento del día en el que nuestro cuerpo y mente pueden viajar sin parar; y así crear volar y soñar! Todo cosas geniales!

Al acabar nuestra tarea, las burbujas vuelven al lago, y Plum! Se rompen y nos bañanmos en el lago, para después recoger frutos, pasear, dormir, etc. Es una actividad muy divertida poder meditar en las burbujas y , Queréis que os cuente un secreto?

Niños, vosotros podeéis todos los ddías hacer un viaje en una burbuja mágica de cura. No lo sabiáis? Si, si! Solo tenéis que cerrar los ojos e imaginar que estais dentro de una gran burbuja, del color que más os guste! Tiene que ser un color muy bonito, que os haga sentir fuertes, cómodos y seguros. Después, solo tenéis que escoger a donde os gustaría viajar y así tendréis largas conversaciones con los ángeles y hadas de cada lugar! Ellos son seres con mucha luz y amor, nos arropan y acogen con todo su corazón! Podéis sanar vuestros corazones de todas las tristezas y llenarlos de alegría, felicidad y amor. Claro que si queréis compañia en esta aventura, cerrad los ojos y llamadme! Así volaremos juntos en una burbuja muy grande y fuerte!